domingo, 8 de julio de 2007

Erotismo Descuartizado

Acromántica

Suena tu nombre en mis oídos…
Perdón, yo soy la que te nombra en mis oídos.
Y mis párpados caen estableciéndose en la mitad de mis ojos,
siento que se contrae mi pecho,
Y mi garganta no deja escapar el río de llanto sin sonido.

Mis ojos se humedecen…
Porque un charco de lodo quiere bajar hacia tus pies.
Y sonrío y olvido.
El charco se seca,
mi corazón se para,
y de repente se acelera,
Quiere escapar, quiere explotar
Y lo único que logra es cristalizarse en estado de máxima pasión.

Mi palidez se torna fría y áspera,
Pues ni siquiera una rosa puede volver el color y el sabor a mis adormecidos labios,
ellos ya no tienen función que cumplir,
ya no ríen, ya no besan.
Se han cerrado para siempre en una arcada de desolación.
Último lamento…

Suena tu nombre en mis oídos,
mi tímpano ya no lo soporta y sangra.
Mi corazón explota,
y logra por fin escaparse de la trampa malvada
que lo mantenía en la oscuridad…
al borde de las sombras del infierno llamado amor.

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